viernes, 3 de mayo de 2013

¿FUGACIDAD O PERCEPCIÓN?


Como tantas veces hemos tratado en clase, he decidido que mi disertación esta vez trate sobre un tema que está bastante presente en el Barroco y con el que topamos constantemente incluso en la actualidad. Quería hablar de la fugacidad de la vida (Tempus fugit). Ahora aquí mi pregunta: ¿de verdad es que la vida es fugaz o solo consta de la percepción que tenemos de nuestro alrededor según nuestro estado de ánimo?

Para mí es bastante difícil de responder a la pregunta que he planteado porque pienso que una de ellas no tiene razón y la otra… si la lleva pero con condiciones. ¿Es fugaz? Yo pienso que sí. Básicamente vivimos en solo un suspiro. ¿Una persona cuánto puede llegar a vivir? ¿80? ¿90? ¿Quizás 100?... pero no mucho más. ¿Cuánto tiempo es eso comparado con los siglos, épocas, años, milenios…? Mínimo. También es cierto que yo misma, al hacer esta comparación de por qué la vida es fugaz utilizando el transcurso del tiempo hasta ahora, no estoy aclarando de que la vida sea fugaz en sí, sino utilizando mi propia percepción del mundo. ¿Entonces cómo sabemos a qué podemos llamarle fugaz y a qué no? Pongo un ejemplo para que podáis entenderme mejor. Imagina dos personas. Sois tú y tu amigo. Lleváis juntos desde los cinco años. Ambos conversáis del tiempo pasado desde que os conocéis. Miras atrás en el tiempo. A tus recuerdos más antiguos y piensas: -hace nada jugábamos al pille pille y al escondite en el parque. Lo recuerdo como si fuera ayer.
En cambio tu amigo mira sus recuerdos y dice: -Pues no estoy de acuerdo contigo. Si de eso hace muchísimo tiempo. Ha pasado mucho desde entonces.
¿Cómo respondemos a esto? ¿En realidad ha pasado rápido o de verdad ha sido una eternidad? Solo con este ejemplo nos fijamos de que entonces esa fugacidad tan aclamada en el Barroco no tiene ni pies ni cabeza. La vida no es fugaz ni deja de serlo. Simplemente pasa el tiempo. Tan solo es la percepción que tenemos cada uno de nosotros.

Lo siguiente ha responder es: ¿depende la percepción de la vida de nuestro estado de ánimo? Pues al principio respondería rotunda a la pregunta que sí. Según como nos encontremos se nos pasa más rápido o más lento pero… si me paro a pensarlo… siempre decimos que cuando nos encontramos bien emocionalmente todo pasa más rápido pero… entonces acabo de toparme con una contradicción. Si el Barroco era una sociedad en crisis como bien han explicado Rafa y Natividad, se supone que la gente estaba mal. Hay crisis tanto económicamente, como en las creencias,… entonces, ¿por qué si lo estaban pasando mal existía esa percepción del tempos fugit? Se supondría que según nuestro pensamiento ese de que cuando se está mal se te hace el tiempo eterno  cuando estás bien parece un suspiro, pues la gente tendría como concepto que la vida era larga y pesada. Con ese concepto tan pesimista de la época eso no debería ser así. Pero lo era. Con lo cual rompe todos los esquemas de que nuestro estado de ánimo no influye en la percepción de nuestra vida en general o la de los demás.

Volviendo ha retomar mis hipótesis sobre mi posición, la conclusión es que la fugacidad no existe. ¿Es nuestra percepción? Si lo es. Pero esa percepción solo es la manera que tenemos cada uno de mirar nuestros recuerdos, el presente o incluso el pasado. Eso sí… no podemos pensar que nuestro estado emocional influirá en ello. 

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